El sueño desempeña un papel clave tanto en el desarrollo como en la progresión de las enfermedades cardiovasculares (ECV). En concreto, la corta duración del sueño y el insomnio, solos o combinados, se asocian a una mayor mortalidad y morbilidad cardiovascular.
El sueño proporciona tiempo para que el cuerpo se restaure y recargue, desempeñando un papel clave en casi todos los aspectos de la salud física. Para el sistema cardiovascular, un sueño insuficiente o fragmentado puede contribuir a problemas de presión arterial y aumentar el riesgo de cardiopatías, infartos, diabetes e ictus.
El sueño para las personas con cardiopatías
Dado que numerosos factores pueden influir tanto en el sueño como en la salud cardiovascular, lo más útil es hablar con el médico sobre el sueño cardiosaludable. Un médico puede ayudarte a desarrollar un plan específico para mejorar el sueño, al tiempo que aborda otros factores del estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, importantes para el corazón y el bienestar general.
Consejos de sueño para personas con problemas de corazón
- Desarrolla estrategias de relajación: Técnicas como la respiración profunda, el yoga, los estiramientos ligeros y la meditación de atención plena son solo algunos enfoques beneficiosos para las personas con problemas cardíacos.
- Planifica un horario de sueño coherente: Mantener la misma hora de acostarse y levantarse todos los días se considera una de las formas clave de fomentar un sueño sano y estable.
- Diseña un dormitorio acogedor: Un colchón y una almohada cómodos, una temperatura agradable y tanta tranquilidad y oscuridad como sea posible.
- Evita las influencias negativas sobre el sueño: El alcohol y la cafeína pueden interferir en el sueño y es mejor evitarlos por la noche. El uso excesivo de dispositivos electrónicos, incluido el teléfono móvil, también puede alterar los patrones de sueño, por lo que los expertos recomiendan no utilizar estos aparatos al menos una hora antes de acostarse.