El estrés es un componente omnipresente de la experiencia humana. Aunque a menudo se considera una adversidad que hay que ignorar, el estrés crónico tiene importantes consecuencias patológicas, entre ellas las enfermedades cardiovasculares (ECV).
El estrés puede aumentar la inflamación en el organismo, lo que a su vez está relacionado con factores que pueden dañar el corazón, como la hipertensión arterial y la disminución del colesterol "bueno" HDL.
El estrés crónico también puede afectar al corazón de forma más indirecta. Cuando estás preocupado/a, tiendes a dormir mal. También es menos probable que hagas ejercicio, que elijas alimentos sanos o que vigiles tu peso. Todos estos cambios en el estilo de vida pueden poner en peligro la salud del corazón.
Cómo proteger tu corazón
- Busca asesoramiento profesional: Habla de tus niveles de estrés con tu médico. Esto es especialmente importante si tienes otros factores de riesgo de cardiopatía, como obesidad o hipertensión.
- Hazejercicio con regularidad: El ejercicio es una gran herramienta para la salud del corazón y el bienestar general. También puede reducir el estrés y levantar el ánimo. Intenta hacer al menos de 30 a 60 minutos de ejercicio la mayoría de los días de la semana. Si no sabes cómo empezar, pide recomendaciones a tu médico.
- Socializa: Cuando tengas un día estresante, tomarte un descanso para pasear con tus amigos durante la comida puede alejar tu mente de la rutina. Pasar tiempo con familiares y amigos que te apoyan puede ayudarte a descomprimir. También puede proporcionarte apoyo cuando atravieses un periodo especialmente estresante.
- Prueba técnicas de relajación: Actividades de atención plena, respiración profunda, aromaterapia, masajes, meditación o prácticas de yoga. Las técnicas de relajación son una forma eficaz de aliviar el estrés. Pueden ayudarte a reducir la presión arterial y el ritmo cardíaco y a sentirte más tranquilo/a.